Denzel Washington es uno de los actores más constantes de las últimas décadas. Por su talento e inteligencia se mueve bien en roles de personajes complejos, de los que su interpretación de Malcom X, es uno de sus ejercicios más recordados. Su actuación en EL JUSTICIERO 2, estrenada en 2018, es una incursión más en el género de acción y con ella ha conseguido críticas de todo tipo.
La película es la segunda parte de una historia en la que un hombre de apariencia sencilla, hace justicia a golpe de nudillo. Es cine sobre «justicieros», como aquel del que Charles Bronson fue adalid y sobre el que hoy sostienen buena parte de su fama, figuras como Keanu Reeves o Liam Neeson. Filmes como EL JUSTICIERO 2, dejan un mensaje perturbador, porque afirman que el Estado es inútil para hacer valer las leyes y que un solo hombre, logra hacer lo que éste debiera conseguir con todos sus recursos. También son un síntoma de la necesidad de fortalecer las estructuras sociales, de tal forma que la estabilidad y la seguridad sean asunto de las instituciones legalmente concebidas y no de figuras mesiánicas dispuestas a imponer la ley por la fuerza.
Más allá de todo análisis académico, la dirección de Antoine Fuqua y la actuación de Denzel Washington, generan un sentido de catarsis que logra convertir la película en un fenómeno de taquilla difícil de conseguir por otro tipo de filmes.