JUNG-E es una película que cuenta el drama de una hija que perdió a su madre en una guerra y que intenta revivirla en el cuerpo de un robot con apariencia idéntica a la de la madre fallecida. Es ciencia ficción pura, producida en Corea del Sur, con una masiva aceptación por parte del los espectadores, quienes durante el mes de enero, en solo 3 días y en la plataforma NETFLIX, ya habían visto el filme durante 19 millones de horas. La dirige y la escribe Yeon Sang-ho, el mismo de la película de zombis, de 2016, TREN A BUSÁN y tiene como actriz protagónica a Kang Soo-yeon, quien fallece antes del estreno del filme en enero de 2023.
JUNG-E si es consecuente con una constante del cine coreano, que produce filmes en los que el amor filial es el elemento que cohesiona una sociedad en la que el futuro se fabrica al ritmo del desarrollo tecnológico. Este relato tiene como motivación para su protagonista, el deseo de una hija de pagar a su madre muerta, el sacrificio hecho para mantener a su descendencia con vida. Ese mismo anhelo de Victor Frankestein, en la novela de Mary Shelley, es el que da sentido al avance tecnológico, que de otra forma sería incomprensible para los espectadores, más allá de sus razones económicas, políticas ó bélicas, todas ellas presentes en esta película. Es decir que JUNG-E, es una historia de amor en el contexto de un mundo en ruinas, pero tecnológicamente avanzado.
Como el personaje de la madre era un soldado, la puesta en escena de sus batallas es un factor a destacar. Por otro parte, los escenarios han sido finamente creados, demostrando así el buen manejo de las herramientas digitales. ¿Pero hasta que punto, en una historia sobre la continuidad de la vida en cuerpos de robots, la muerte de su actriz principal fue determinante para que el público se sintiera atraído por la obra? Luego de revisarla detenidamente, la película cuenta con méritos suficientes para conectar con los espectadores y justificar así su paso arrollador por la parrilla de NETFLIX.