DURO DE CUIDAR es una película de acción contada en tono de comedia, en la que se recuerda al exitoso film EL GUARDAESPALDAS, estrenado en 1992, y protagonizado por Kevin Costner y Whitney Houston. En este caso el guardaespaldas es interpretado por Ryan Reynolds y el protegido por Samuel L. Jackson. La película es también considerada una “boddy movie”. Es decir, una historia en la que se presentan dos personajes masculinos, que al terminar la cinta son amigos inseparables, aunque a lo largo de la proyección se han mostrado opuestos de todas las formas.
Este tipo de película es muy atractiva para el público, porque el conflicto constante entre los dos protagonistas, recuerda la cotidianidad de quienes deben ceder su independencia personal, por mantener la estabilidad de una relación. Ejemplo de ello son películas como ARMA MORTAL de 1987 con Mel Gibson y Danny Glover o 48 HORAS, estrenada en 1982 y protagonizada por Nick Nolte y Eddie Morphy. El esquema se repite, respaldado por altas dosis de acción.
La pregunta sin duda es: ¿Qué pasa con la originalidad? Esta se resuelve pronto, si se considera que a los productores de películas como DURO DE CUIDAR, no les preocupa este asunto. Su desvelo radica en entretener y lo consiguen. Corresponde entonces reflexionar, si además de hacer reír, logran dar profundidad a los temas que tocan en la historia…Y quizás lo hagan. En este caso, como en los otros citados, la tensión racial es el punto de partida y en adelante, se concentran en retratar las relaciones humanas, que son siempre complejas.