Así se llama lo último de André Téchiné, el veterano director de cine francés, que plantea una mirada al mundo adolescente de dos jóvenes que, aunque sin ser familia, deben convivir bajo el mismo techo, a pesar de sostener en la escuela, una conflictiva y violenta relación.
La película ha sido aclamada por la crítica, por la sencillez de su estética y por la manera profunda como aborda tópicos como la sexualidad, el bullying o el abandono.
La violencia del choque físico y emocional entre los dos protagonistas, es compensada por el entorno rural, donde el paisaje de las montañas nevadas, contrasta con la intensidad de los dramas humanos
