Por Miguel Ernesto Yusty
Cuando un artista o fotógrafo quiere emplear equipos que le permitan capturar imágenes con un mayor control, tanto de la exposición, como del uso de los lentes, se acerca a formas de trabajar similares a las de un profesional. Ello supone adquirir una cámara más sofisticada que un celular. Aunque en la actualidad estos dispositivos móviles sean los favoritos para registrar los eventos importantes de la vida cotidiana, no logran por sí solos dar al fotógrafo toda la libertad creativa que requiere.
Desde los tiempos de la fotografía análoga, las cámaras réflex se han convertido en un parámetro que ha determinado el equipo usado por los profesionales. Se les llama réflex porque aquello que se vé por el visor, es el reflejo de lo que se encuadra con el lente. Estás se dividen entre las profesionales y las semiprofesionales. Las segundas cuentan con un sensor más pequeño y con menores opciones de trabajo manual. Sin embargo, estás tienen la posibilidad de ser empleadas con lentes diferentes, de tal forma que se pueda tener capacidad de escoger el encuadre con mayor autonomía.
